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lunes, 15 de marzo de 2010

17º Festival Solidario de Cine Español de Cáceres

La entrega de los premios San Pancracio de Cine, en el marco del 17º Festival Solidario de Cine Español de Cáceres que finalizó el sábado 13 de marzo, reconoció a figuras como Carmen Machi (Mejor Actriz por "La mujer sin piano"), Eduard Fernández (Mejor Actor por "Tres días con la familia") o Daniel Monzón como Mejor Director por "Celda 211".

Pero no todo se quedó en eso, porque la gala -animada por una siempre estupenda Rosa María Sardá- reconoció el trabajo del Mejor Colaborador de la Revista "Versión Original", que este año cayó en manos de Israel de Francisco; de la actriz extremeña María Ballesteros con el premio "Uno de los nuestros"; del director Borja Cobeaga por su ópera prima "Pagafantas" y de la Actriz Revelación, Leticia Herrero, por "Gordos".

La ceremonia de entrega de premios contó con la presencia de los miembros de la Fundación ReBross, organizadora del certamen, y de otros nombres conocidos del cine español: Icíar Bollaín, Luis Tosar, Manuel Gómez Pereira -quien recibió un premio por su trayectoria cinematográfica- o Juan Sanz.

Sin sabor a chocolate

"Lo más importante es tener un buen guión. Los cineastas no son alquimistas. No se pueden convertir los excrementos de gallina en chocolate". Billy Wilder (director, escritor y productor de cine. 1906-2002)


Hay muchas cosas que no entiendo de El baile de la victoria (Fernando Trueba, 2009), la candidata española a los Oscar en la categoría de Película Extranjera y, quizás, uno de los estrenos menos sonados del año en su propia tierra, con una importante desventaja respecto de la aclamada Celda 211 (Daniel Monzón, 2009) o de la muy publicitada Spanish Movie (Javier Ruiz Caldera, 2009), que coinciden en cartelera con ella.

La cinta de Trueba es indefinible: todavía no decido si es un cuento de hadas triste o un triste cuento de hadas. El guión, muy novelesco pero poco cinematográfico, no ha conseguido una cohesión interesante de las 6 manos que trabajaron en él: Trueba, su hijo Jonás y el autor del texto original, el chileno Antonio Skármeta, que hace varios años inspiró la película “El Cartero y Pablo Neruda” (Il Postino, Michael Radford, 1994) con otra de sus novelas. El resultado no sólo es pobre, sino que carece notoriamente de un lenguaje visual, que luego es forzado por el director a costa del resultado final.

Lo primero que me llama la atención es la frialdad con la que se dibuja el Santiago actual, frialdad que es llevada a la máxima expresión con un fenómeno climático prácticamente ajeno a la capital chilena: la nieve. Y esta baja temperatura recorre gran parte del metraje, pues nunca acabamos por identificarnos del todo con los personajes. Sabemos poco de ellos y, la verdad, es que tampoco nos interesa conocerlos. Durante muchos momentos, la pantalla no es más que un desfile de rostros desdibujados que no suman, y me atrevo a decir que incluso restan, al desarrollo efectivo de la historia.

La presencia de Ariadna Gil tampoco la entiendo bien desde el punto de vista cinematográfico, pero se justifica en la relación de familia política del director o en una necesaria cuota de actores españoles en pantalla. Su participación es mínima, desaborida y sin llegar a formar parte importante de la trama. Lo mismo ocurre con Lili (Mariana Loyola), la Viuda (Catalina Guerra), la madre del joven (Catalina Saavedra) o con la directora del Teatro Municipal de Santiago, Gloria Münchmeyer, Copa Volpi a la Mejor Actriz hace 20 años. Todas ellas grandes intérpretes desaprovechadas por un guión que peca de muchos excesos, incluido el extenso metraje.

No mejora la situación con la pareja protagonista: Ricardo Darín como Nicolás Vergara Grey, famoso ladrón de cajas fuertes, y Abel Ayala como Ángel Santiago. Ambos salen de la cárcel el mismo día y sus destinos se cruzan al poco andar (¿cómo consiguió tan rápido la dirección del hotelucho de Darín?) para ejecutar un robo maestro. Pero sus historias pasadas son meros trazos: Vergara Grey es abandonado por su mujer y su hijo, sin mayores explicaciones ni cuestionamientos, mientras que Ángel tiene una historia tan efímera e imaginada que, por momentos, parece que ni él mismo tiene muy claro de dónde viene.

Lo segundo que me resulta molesto es la utilización del recurso político como mera excusa para despertar simpatías y despertar una conciencia social, pero ajena a la trama, puesto que la mencionada ley de amnistía para presos no violentos en la era de la democracia, favoreció a dos delincuentes que nada tuvieron que ver con los detenidos políticos. Además, las menciones al gobierno de Pinochet y a su sonada caminata tras regresar de Londres donde había sido detenido, no enmarcan de ninguna forma la historia y se convierten en un error temporal en el que nadie reparó. El regreso del dictador tras sus problemas legales en Inglaterra fue en el año 2000 y en las entradas de cine que pertenecen a Victoria y que descubre su enamorado Ángel, aparece el año 2002. La sucesión cronológica no logra cuadrar en mi cabeza.

Creo que es difícil decir que Trueba carece de talento y de arte para la dirección, pero en esta película no ha sabido demostrar las razones de sus éxitos anteriores. Peca de una pretendida profundidad, de sensiblería (que no de sensibilidad) y a ratos parece tan ambiciosa su necesidad de emocionar, que deja al espectador rebosante de indiferencia. Se ha hecho un mero trabajo contemplativo, superficial, lo que no estaría mal si tras ello no existiese una intención de trascendencia que nunca llega a consolidarse.

Pero no todo es un problema del trabajo cinematográfico –entendido como el ejercicio de dirigir– sino de un guión que se pierde en un onirismo mundano, simple y, a ratos, completamente chabacano. Trueba se ha permitido demasiadas licencias a la hora de filmar esta película, sin que ellas le permitieran llegar a algún sitio seguro en que guarecerse del desastre. Además la superposición de historias, las tramas laterales y otros giros estilísticos propios de la literatura, sobran por completo y no consiguen más que hacer aún mayor su fracaso artístico, dejándonos con una historia sin nada de sabor a chocolate. Ya lo decía el propio Billy Wilder.

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Artículo publicado en la revista "Versión Original", marzo de 2010.
miércoles, 10 de marzo de 2010

"Kissing Jessica Stein" (2001)

Esta película la vi, por primera vez, hace 7-8 años. Y me gustaron su humor inteligente, su absurdo realista, su provocación contenida y un guión que iba más allá de la comedia romántica clásica, pero con una modernísima vuelta de tuerca.

Volví a verla hace poco y me cautivó nuevamente por las mismas razones, además de descubrir nuevos matices de los personajes y de los actores que los interpretan. Me sigue fascinando la escena de la protagonista, Jessica Stein (Jennifer Westfeldt) con su madre, Judy (magnífica Tovah Feldshuh), cuando la última mantiene casi un monólogo donde es capaz de mostrar, sino todas, casi todas las emociones posibles en un registro prácticamente perfecto.

La historia habla de periodistas, de las terribles citas a ciegas, de los desencantos del amor, de los prejuicios, de los valores, de lo que es cada uno en la esencia, y la forma en que eso afecta nuestras decisiones. El guión fue escrito por las dos protagonistas: la ya mencionada J. Westfeldt y Helen Juergensen, con el que se ganaron el favor del público en varios festivales y que permitió que la cinta recaudara la no despreciable suma de 10 millones de dólares en todo el mundo, con una inversión inicial que no superó el millón.

Grandes personajes secundarios, momentos cómicos de primer nivel, un final quizás demasiado clásico para su propuesta, pero que no traiciona la naturaleza de sus protagonistas; y algunas escenas eliminadas (sobre todo la del bote) que, personalmente, considero un error haber dejado fuera porque es una de las más potentes. Cine americano muy independiente (lo que se nota en el tratamiento de la historia por parte del director Charles Herman-Wurmfeld, dedicado principalmente a la televisión) y del bueno. Una comedia recomendable, fresca y distinta.
martes, 9 de marzo de 2010

"The lovely bones" (2009)

Sé que a mucha gente le ha parecido espantosa y que no ha tenido una gran repercusión, pero a mí me ha gustado mucho. Y es que me gustan las imágenes que crea Peter Jackson. Desde que conocí su trabajo con "Criaturas celestiales", he visto prácticamente todo lo que ha hecho y he disfrutado, por ejemplo, de la trilogía de "El señor de los anillos" como un niño pequeño.

En este sentido, "The lovely bones" no me defraudó en lo absoluto. Me parecieron mágicas las imágenes del limbo y todos los viajes oníricos a los que nos invita el director (aquellos barcos embotellados rompiéndose con las olas, por ejemplo), y me gustaron mucho el colorido y los rápidos cambios de escenario que sufre la asesinada adolescente protagonista, Susie Salmon, desde la vida en la tierra a la vida en el cielo, una especie de viaje iniciático obligado y aterrador.


Me gustó también el reparto: Susan Sarandon, Rachel Weisz, Mark Wahlberg y Stanley Tucci (único nominado al Oscar de sus compañeros de rodaje), además de la magnífica joven Saoirse Ronan quien, seguramente, tendrá una larga y exitosa carrera. Quizás me faltó profundizar un poco más en el drama que significa para una familia la pérdida de un hijo, pues pese a que es uno de los pilares del guión, a ratos pasa a un segundo plano opacado por la imaginería fantástica del director, quien también se reservó un cameo en su propia película.

No es la mejor película de Jackson, pero como dije, su estilo me convence y me llega profundamente. Tiene algunas escenas de infarto, romance juvenil, dosis de drama, una abuela fuera de todo estereotipo y muchas otras cosas. Falla quizás el dibujo del asesino, muy típico, muy caricaturesco pero, a la vez, magníficamente interpretado por Stanley Tucci.

Como no me he leído el libro en que se basa la historia (Desde mi cielo, de Alice Sebold), no puedo comparar ambas propuestas. Ya me han dicho que la novela es maravillosa y que dista en muchas cosas de la película. Y me lo creo, de la misma forma que creo que Peter Jackson es uno de los grandes directores y que, siempre, tendrá algo que decir en el cine. Tiene que haber para todos los gustos.

"An education" (2009)


Muchas veces ocurre que una película me gusta y me disgusta a la vez. Esto me pasa con "An education". Por un lado, me parece que tiene muchas fortalezas: una protagonista femenina (Carey Mulligan, multipremiada actriz de 24 años por esta cinta) potente, interesante, con matices cuidados y naturales; un guión interesante en la base, escrito por un buen autor como es Nick Hornby (Alta fidelidad, En picado, etc.); un buen reparto de secundarios (Alfred Molina, Rosamund Pike, Dominic Cooper, entre otros), además de un coprotagonista que gana con los años: Peter Sarsgaard y una producción muy por encima de la media en cuanto a la estética.

No obstante, tiene muchas cosas que le restan puntos: el guión, si bien parte de una gran idea, va perdiendo fuerza y deja algunos cabos sueltos, sobre todo, hacia el final de la película; se regodea en repetir algunos comportamientos o motivaciones, cuando realmente han quedado claras sus razones y su origen. A ratos, hay una luz muy mal aprovechada, que no puede justificarse por una cuestión de estilo.

Así y todo, me parece una buena tarea la de Lone Scherfig (directora danesa a la que conocimos por "Italiano para principiantes", 2000) y hago un balance positivo en la suma de todas sus partes. ¿Podría haber sido mejor? Sin duda. Pero es una opción de adentrarse en los oscuros rincones de una familia inglesa y de la dudosa línea moral sobre la que camina el padre (Molina), a medio camino entre la emancipación o la mujer como florero.

Tiene más subtextos que textos, punto a favor, pero pueden pasar desapercibidos para el gran público. Creo que se pueden ir deshilvanando muchas ideas desde "An education", pero podría haber resultado mucho más poderosa en otras circunstancias y, quizás, arriesgando un poco más en una historia que podría dar mucho más de sí.
lunes, 8 de marzo de 2010

El triunfo de "The hurt locker"

Me alegro infinitamente de mis aciertos y mis errores sobre lo que publiqué ayer.

Mi deseo de Mejor Película se cumplió por sobre las expectativas bajas que tenía de la Academia y "The hurt locker" (En tierra hostil) se llevó 6 premios de los 9 en los que competía, convirtiéndose en la ganadora de la noche y dejando a "Avatar" con unos ridículos 3 premios técnicos.

Mejor Dirección para Kathryn Bigelow, haciendo historia en una categoría profundamente machista. De igual forma, pleno acierto en las cantadas candidaturas actorales. Quien haya pensado que se escucharían otros nombres, estaban profundamente equivocados.

Sorpresa en la Película Extranjera para "El secreto de sus ojos", argentina donde las haya y no española como quieren hacernos creer. Da igual de donde venga el dinero, cuando lo que realmente importa es la esencia y esa es indiscutible.

Fallé en el Guión Original, que premió a "The hurt locker" y dejó a Tarantino con las manos vacías. El Adaptado, sí que lo acerté junto a "Precious". La Academia no quiso meterse con los problemas legales de los autores de "Up in the air", película que se fue de vacío a casa.

Se me olvidó poner en mis apuestas a "Up" como Mejor Película de Animación, aunque parezca oportunista. Pero también era un premio seguro.

Me quedo contento y feliz con los Oscar. Que hayan premiado un trabajo muy modesto y honesto, a la vez poderoso e intenso en sus principios, me llena de satisfacción y esperanza para los próximos años.

Los Oscar: algunas de mis apuestas

En unos minutos comienza la gala de los Oscar y tengo algunas apuestas:

- Mejor Película: me gustaría que fuera "The hurt locker", pero creo que será "Avatar".
- Mejor Director: apuesto por Kathryn Bigelow pese a que la historia del premio juega en su contra.
- Mejor Actor: Jeff Bridges.
- Mejor Actriz: Sandra Bullock, pero mi voto es para Meryl Streep.
- Mejor Actor de Reparto: Cristoph Waltz.
- Mejor Actriz de Reparto: Mo'Nique
- Mejor Película Extranjera: La cinta blanca, de Michael Haneke
- Mejor Guión Original: "Malditos bastardos"
- Mejor Guión Adaptado: "Precious" (o el disputado de "Up in the air")

En las categorías técnicas, creo que vencerá "Avatar" y se convertirá así en la ganadora de la noche.

Lamentablemente, este año voy un poco atrasado con las películas candidatas y me faltan muchas por ver. Mañana a primera hora veré si me he equivocado mucho o no, pero no puedo apostar al 100% como en años anteriores.
jueves, 25 de febrero de 2010

El inevitable destino

La huida no ha llevado a nadie a ningún sitio” (Antoine de Saint-Exupery)

Una de las cosas que más llama la atención de Antes que el diablo sepa que has muerto (Before the devil knows you’re dead, Sidney Lumet, 2007) es su asimétrica estructura temporal y la interesante visualización de una misma historia a través de los ojos de quienes participan en ella. Si bien esto no resulta una absoluta novedad, porque el quiebre narrativo cronológico ha sido sobrepasado o ignorado en muchas ocasiones –Memento (Memento, 2000) o Irreversible (Irrèversible, 2002) por mencionar algunas de las más recientes-, sí da un paso hacia adelante: no utiliza el recurso innecesariamente, sino que lo convierte en parte absoluta e inseparable del desarrollo, en un elemento más de la trama.

Sin ánimo de desgranar una historia que nada tiene que envidiarle a otras grandes tragedias, la cinta de Lumet coge evidentes elementos de “El Rey Lear”, de William Shakespeare, y de otras películas del género, para sumergirnos en una masculinizada y moderna versión de las hijas que conspiran contra su padre, estructurando una historia tan gris como la Nueva York en la que se desarrolla, alejada completamente del cliché turístico y de las grandes atracciones metropolitanas que posee.

No obstante, el escenario no es relevante, como tampoco lo son las motivaciones de los personajes. Sabemos que han llegado al lugar que ocupan en la historia por alguna desconocida razón –quizás el lugar de donde más cojea la propuesta del director-, pero ninguna de ellas justifica o explica su comportamiento: mentiras, adulterio, fraudes, asesinatos. Su familia no es perfecta y tampoco disfuncional. Sus trabajos son normales y también lo son sus vidas cotidianas. Sin embargo, todos ellos tienen el continuo deseo de huir de la realidad en la que les ha tocado vivir o a la que han llegado por un cúmulo de malas decisiones o la incapacidad particular de procurarse una situación mejor.

La planificada y perfecta traición de los hijos hacia sus padres, alcanza magníficas proporciones, se convierte en un profundo infierno y cruza la realidad con las peores pesadillas. Es el pilar fundamental de la propuesta de Lumet: no es una película de policías y ladrones, como tampoco es un film intimista sobre la familia. No, el director es capaz de construir una permanente tensión entre un thriller y un drama, oscuro y complejo a la vez, lleno de aristas tan esperables como sorprendentes, donde muchas cosas no son lo que parecen. Todo ello desgranado a través de un guión calculado como un reloj para que las revelaciones aparezcan en el lugar preciso que nos permita comprender las razones por las que estamos siendo testigos de esa parte de la historia.

Ya en la primera secuencia de la película se propone la idea de escapar, de cambiar de país, como una forma de sobrevivir al pasado y a un angustioso presente. A partir de ese instante, las huidas serán una continua necesidad. El problema principal, como siempre, radica en que los personajes no son capaces de darse cuenta de que para liberarse no basta sólo la movilidad geográfica; los fantasmas viajan con nosotros allí donde vayamos.

La infelicidad permanente de Gina Hanson (Marisa Tomei), la obsesiva insatisfacción de Andy (Philip Seymour Hoffman), la inestabilidad de Hank (Ethan Hawke) y la distancia impuesta hacia su familia por un padre incapaz (Albert Finney), se convierten así en los ingredientes perfectos para que estalle un drama pleno de intensidad. Y da igual el número de intentos que hagan por cambiar de vida, porque sus actos los han atado en una madeja imposible de desatar sin nefastas consecuencias.

Si bien Saint-Exupery dice que las huidas no llevan a ningún sitio, en el caso de estos personajes la realidad es otra: sus intentos de escapar los transportarán a un infierno cada vez peor, incluso más desolador que aquel del cual han intentado salir, hundiéndolos en la mayor de las miserias y otorgando un final tan arrollador como difícil de digerir.

La crueldad del paso del tiempo: Estrellas al límite

Reloj detén tu camino, porque mi vida se apaga…” (Roberto Cantoral)

El tiempo se ha convertido en una cruel constante para muchas de las grandes estrellas. Hoy en día son pocas las excepciones que superan la barrera de la mediana edad de forma digna, manteniendo su estatus dentro del sistema y desarrollando aún más su talento, fama y fortuna. La primera que se nos viene a la cabeza es Meryl Streep, que con más de 60 está viviendo una nueva juventud a base de musicales comedias, culinarias protagonistas o castradoras interpretaciones.

En los hombres suele ser más habitual que mantengan su caché pasados los 50, pero en las mujeres no ha sido así a lo largo de la historia del cine. Excepciones hay pocas actualmente: además de Streep, Sophia Loren, la gran estrella italiana, goza de buena salud aunque sus apariciones sean esporádicas. De igual forma Helen Mirren, Diane Keaton, Julie Walters, Judi Dench, Maggie Smith y alguna más, escapan a la dura realidad y consiguen colarse en las pantallas con mucho talento que mostrar, incluso en ocasiones, con grandes éxitos: Mamma Mia! (ídem, Phyllida Lloyd, 2008); Cuando menos te lo esperas (Something’s gotta give, Nancy Meyers, 2004); la saga del joven mago Harry Potter; Shakespeare enamorado (Shakespeare in love, John Philip Madden, 1998); Billy Elliot (ídem, Stephen Daldry, 2000), por mencionar algunos.

Algunos de sus papeles no sólo les han valido el reconocimiento unánime de la crítica, sino que también el apoyo del público en las taquillas. Pero esos roles que desempeñan no se acercan a la majestuosidad que alcanzaron las grandes estrellas del cine en el ecuador del siglo XX: la Margo Channing de Bette Davis en Eva al desnudo (All about Eve, 1950, Joseph L. Mankiewicz) o la Norma Desmond que interpretó Gloria Swanson en una de las cintas más crudas sobre el correr del tiempo y la gloria pasada: El crepúsculo de los dioses (Sunset Boulevard, Billy Wilder, 1950). No, ellas jugaban en ligas mayores.

Ambas estrellas se encontraban en momentos distintos de sus carreras: si bien es cierto que la Davis no pasaba por una buena racha, aún mantenía su imagen de diva distante, talentosa, difícil e inalcanzable. Por el contrario, Gloria Swanson renació con un papel a su medida: una actriz sumida en el más duro ostracismo, hundida en el recuerdo de su juventud y de su éxito.

Guardando sus abismales diferencias, ambas cintas tocaban el tema del paso del tiempo, del miedo a envejecer, a perder ciertos privilegios por culpa de una escurridiza juventud. Bette Davis se luce en Eva al desnudo intentando no ser eclipsada por una Anne Baxter en estado de gracia, joven admiradora que termina por robarle casi todo a la otrora estrella, pero que suponemos tendrá que sufrir también en carne propia los efectos del tiempo en su propio cuerpo, cuando Mankiewicz nos enseña esa última escena en que la recién llegada Phoebe se contempla en un interminable juego de espejos, imitando a su estrella y volviendo a comenzar el ciclo que, inevitablemente, tendrá el mismo final: la juventud vencerá a la experiencia.

Con una factura magnífica y precisión talentosa, Eva al desnudo elevó otra vez a Bette Davis a lo más alto del podio de actrices, y venció a la obra de Wilder en los premios Oscar, tras conseguir 6 estatuillas de las 14 a las que optaba, entre ellas, la de Mejor Película. No obstante, su renacer no duraría demasiado tiempo y volvería a ser olvidada por el Hollywood de los estudios hasta 1962.

A su vez, Gloria Swanson literalmente pierde la cabeza en sus intentos de volver a las pantallas como la gran actriz que fue en su día. Víctima de sí misma, de sus propios complejos y de una industria que olvidó a sus viejas glorias, su papel de Norma Desmond camina siempre en la fina línea entre la nostalgia y el patetismo más macabro.

Empeñada en escribir el guión que le devolverá el sitial que le corresponde (“Yo soy grande; son las películas las que se han vuelto pequeñas…”, frasea con desprecio Swanson en su interpretación), Norma Desmond será capaz de todo para conseguir su objetivo, incluso de exponerse al ridículo más intenso frente al mismísimo Cecil B. De Mille, cuando confunde la vida real con un set de filmación. Esos ojos, esa mirada perdida…

Quizás más autobiográfica de lo que parece, la historia de Norma Desmond se ha visto replicada numerosas veces en televisión o en el cine. No por nada, han sido muchas las actrices maduras que han representado este tipo de roles: Goldie Hawn en El club de las primeras esposas (The First Wives Club, Hugh Wilson, 1996) se negaba a sus más de 50 años a ser “la madre de” y quería seguir siendo la heroína protagonista de piel tersa, abusando del bisturí y del alcohol como consuelo. O el caso de Lisa Kudrow en la serie The comeback –algo así como El Regreso- (ídem, Varios directores, 2005), inédita en España, y que la convertía en una ex estrella juvenil dispuesta a todo con tal de lograr su regreso al éxito, reality show incluido. Su magnífica y perturbadora interpretación, llevada al extremo de la vergüenza ajena, era una interesante radiografía de este tipo de personajes en pleno y “evolucionado” siglo XXI.

Pero la obra máxima de lo que sucede con las viejas glorias, es ¿Qué fue de Baby Jane? (What ever happened to Baby Jane?, Robert Aldrich, 1962), donde dos de las más grandes actrices de la historia del cine, Bette Davis y Joan Crawford, llevan su rivalidad de la vida real hacia sus personajes. Dos hermanas, Jane, una antigua estrella infantil, despreciada por los directores y productores en su etapa adulta; y Blanche, olvidada de niña y posteriormente reconvertida en gran actriz, se enfrentan en un drama de proporciones despiadadamente macabras.

Luego de un confuso accidente, Blanche queda recluida a una silla de ruedas y al cuidado de su hermana en una vieja y tétrica mansión, dando inicio a un duelo titánico de egos, nostalgia y locura. Nunca habíamos visto a una actriz que supiese interpretar el desequilibrio mejor que la Davis. Su exceso de maquillaje y lo grotesco del personaje, ayudados por un guión truculento y lleno de suspense, nos llevan al límite de lo que significó un pasado mucho mejor y de lo difícil que es soportar el desengaño provocado por los sueños vividos, convirtiéndolos en auténticas pesadillas.

La inolvidable escena final –cuesta sacársela de la cabeza-, en que Jane baila en la playa con un mantecado de fresa en cada mano, mientras la policía intenta salvar a la moribunda Blanche, marcó un hito interpretativo para muchas actrices y guionistas que, de una forma u otra, han tratado de imitarla con mayor o menor éxito (sobre todo en la subcultura del culebrón).

Viejas glorias, grandes películas y mucha calidad. Si el cine ha sido capaz de representar una y otra vez la misma historia, por qué no es capaz de reflexionar y darse cuenta de que el talento de sus estrellas no acaba a los 40 años, sino que se multiplica por cada vela que apagan en su tarta. Sino que se lo pregunten a Meryl Streep y a su inagotable agenda de filmación a los 61 años.

"The hurt locker" (2008)

Una de las cosas más llamativas de "The hurt locker" (En tierra hostil) es que derrocha testosterona por todos lados, sobre todo, porque ha sido filmada por una mujer. La directora Kathryn Bigelow, curtida en "K-19: the widowmaker" (2002) o en "Point Break" (1991), pone sobre la mesa todo su talento para sacar esta película que ha conseguido la nada despreciable suma de 9 candidaturas a los Oscar, empatando con "Avatar" de su ex marido, James Cameron, y llevándose los dos premios Bafta más importantes: Mejor Película y a la Mejor Dirección.

Es una película de acción pausada, contenida y eficiente, a la vez que tremendamente poderosa y adrenalínica. No agota al espectador con escenas de movimientos rápidos ni con esquizofrénicas persecuciones, sino que observa con crudeza y realidad las labores de un comando de desactivación de bombas en medio del conflicto iraquí.


Quizás falla en un lado humano que intenta abordar sin demasiado éxito, pero no es más que un mal menor ante tanta solidez. La cinta resulta árida, interesante y contemplativa, sin perder un ápice de intención e intensidad. Sus imágenes son capaces de transmitir la angustia, el estrés y la tensión de un grupo de militares unidos por un desgraciado destino. Entre ellos, vemos a Guy Pierce ("Memento"), Ralph Fiennes ("El paciente inglés") y, como protagonista, a Jeremy Renner, rostro poco conocido en muchas latitudes.

De todas formas, es un tema que, a muchos, nos resulta ajeno y quizás "demasiado americano", motivo por el cual no ha golpeado con la fuerza que debería en otras latitudes. Pese a esa condición, tampoco ha sido especialmente llamativa su recaudación (no supera los 20 millones de dólares) pese a las alabanzas que ha recibido por parte de la crítica y de los premios y nominaciones que ha conseguido.

A mí me ha gustado, lo que es llamativo si tenemos en cuenta que las películas bélicas no son mi fuerte. No es de lo mejor que he visto, pero tiene la suficiente consistencia como para pararse con orgullo frente a sus oponentes en la noche del Oscar. Si sigue la corriente de los Bafta podríamos ver, por primera vez, a una mujer levantando la estatuilla dorada por su labor en la dirección. ¿Estará Kathryn Bigelow llamada a hacer historia?
miércoles, 24 de febrero de 2010

"A single man" (2009)


El debut de Tom Ford, uno de los iconos del diseño de moda de las últimas dos décadas, se salda con el siguiente resultado: un magnífico Colin Firth en una película que, de tan pretenciosa, se queda únicamente en un bello envoltorio estético y pierde fuelle a medida que avanza el guión.
La trágica historia de una pareja homosexual en los Estados Unidos de los años 50-60, nos sumerge en la triste realidad de un hombre contenido, represivo en sus sentimientos y absolutamente perdido en sus recuerdos, pese a un envoltorio de revista de decoración y desfile de Armani, donde todo es pulcro, perfecto, calculado hasta el más mínimo detalle. Pero Colin Firth se mueve como pez en el agua en ese envoltorio y lo hace casi creible. El problema es que sólo llega hasta ahí.

El guión de "A single man" se desgrana en repetirnos, una y otra vez, lo triste que está el hombre mientras calcula y prepara sus últimas horas, plan que falla repetidamente, al punto que se convierte en una caricatura, provocando algunas carcajadas entre el público por lo ridículo de la situación. Hasta que aparece en escena un casi irreconocible Nicholas Hoult, el niño que conquistó a Hugh Grant en "About a boy" y nos hizo sufrir con su versión de "Killing me softly", para darle una pequeña y breve vuelta de tuerca a la historia.

Me ha decepcionado pese a que tiene cosas rescatables: la música me pareció interesante y bien escogida (algo reiterativa y cansina en algunas ocasiones); las imágenes y el tratamiento que se ha hecho de ellas es un buen trabajo, pero si el fondo no lo acompaña, finalmente no tiene mucho sentido. Juliane Moore resulta atractiva y decadente en el papel de Charley, la amiga incondicional, pero la he visto mejor en otras películas. El español Jon Kortajarena, como actor, es un excelente modelo de pasarela. Y, sin duda, lo mejor de todo es un Colin Firth cada vez más acertado, más arriesgado y con una gran presencia en pantalla.

"Precious" (2009)

"Precious" ("Precious: based on the novel Push by Sapphire", 2009) es una película menor en muchos aspectos: no tiene una brillante cinematografía, abusa de recursos que poco aportan a la historia (las imágenes oníricas) y podría haber resuelto mejor ciertas secuencias. No obstante, es una cinta potente, poderosa, intensa, llamativa y un duro golpe en la cara a una sociedad americana ciega y autocomplaciente.

Hace tiempo que no veíamos un Nueva York tan duro, tan ajeno a los lujos y a la vida mundana, perdido entre los problemas, la miseria, la autodestrucción y el salvajismo social. Y, quizás lo mejor, es que no necesita enseñar la herida sangrante, sino que simplemente sugerir la decadencia y el dolor de una joven violada por su padrastro, embarazada por segunda vez, con un déficit educacional de proporciones y muchas otras cosas con las que cargar, entre ellas, una madre al límite que no duda en agredirla y degradarla a partes iguales.

La casi segura ganadora al Oscar a la Mejor Actriz Secundaria, Mo'Nique, presenta, en una poderosa interpretación, a la insoportable madre de Clareece "Precious" Jones (Gabourey Sidibe) y se roba la pantalla en la escena frente a la asistente social que lleva el caso de su hija, la señorita Weiss, una casi irreconocible Mariah Carey quien resuelve de buena manera su breve papel.

Pese a sus flaquezas (y no es un mal intencionado juego de palabras), "Precious" es uno de los estrenos que más me han impactado. Hace tiempo que no veía una historia contada con tanta intensidad y delicadeza, con tanta fuerza y recato. Su principal baza ganadora es que no se regodea en la desgracia, pero no la oculta y la enseña con cuidado, con respeto y sin que la historia de una joven que reconstruye su vida, pedazo a pedazo, pierda un ápice de crueldad.
lunes, 8 de febrero de 2010

"Invictus" (2009)

La última aventura de Clint Eastwood como director es "Invictus", obra menor dentro de sus últimas películas. Menor no porque esté mal filmada o pensada, sino porque es tan predecible, tan calculada, tan americana, que a ratos provoca un rechazo corporal mezclado con algo de emoción. Al menos yo, manojo de contradicciones, no puedo evitar emocionarme ante las gestas deportivas heroicas, pese a que ya las he visto una y otra vez.

Una de las sorpresas de "Invictus", para mí, ha sido encontrar un rostro conocido: Leleti Khumalo, que encarna a Mary, cercana a Nelson Mandela (genial Morgan Freeman). A Khumalo la vi hace unos 18 años en una llamativa película sudafricana "Sarafina!", una suerte de musical-político-étnico donde, precisamente, la joven cantaba a un Mandela todavía preso en pleno Appartheid, en medio de las protestas estudiantiles que se llevaron por delante la vida de miles de jóvenes.

A ratos muy reiterativa, la cinta de Eastwood se regodea en exceso en los encuentros de rugby, sometiéndonos a un largo encuentro final que me recordaba al hundimiento del Titanic. ¿Es necesario repasar casi minuto a minuto lo que ocurrió? Para unos sí, para otros no. A mí me sobraron muchos momentos y así, un film cuyo metraje alcanza las dos horas, podría haberse reducido en 30 minutos sin alterar lo más mínimo el resultado.

Me gustó el acento sudafricano en el inglés de Matt Damon y el arrastre de palabras y las pausas que Morgan Freeman hace como Nelson Mandela. Muy cuidado el trabajo de los actores principales y de algunos secundarios, aún cuando muchos de ellos no son más que los acostumbrados arquetipos de "desconfiado, aprendo, ahora confío".

Eastwood no es un mal director, eso lo sabemos todos, pero después de "Gran Torino" quizás esperaba algo más interesante, más profundo, más intenso. Las épicas deportivas, pese a que me llegan, me cansan rápidamente y pasan al olvido más absoluto.
martes, 2 de febrero de 2010

Comienza la carrera por el Oscar


Penélope Cruz se vuelve a colar en la categoría de Mejor actriz secundaria por "Nine", pero como ya he dicho antes, es una competencia desleal, porque es un premio que ya tiene su nombre grabado: Mo'Nique, por su papel de madre abusiva en "Precious", cinta que postula también en otras cinco categorías incluyendo mejor película, director, actriz, guión adaptado y edición.

Las favoritas de este año y bastante lejos de los máximos de nominaciones de años anteriores son "Avatar" y "The hurt locker", que tienen como añadido el hecho de que enfrentan a ex marido y ex mujer por Mejor película, dirección y algunas categorías técnicas, sumando cada una 9 opciones de llevarse a casa la estatuilla. Será una larga y dolorosa contienda entre el realismo de una guerra de Irak sin ideologías y el fantástico mundo de Pandora y sus azules habitantes.

Por su parte, "Up in the air" y "Up" que, sin ser más que una extraña coincidencia, se encumbran a lo más alto con 6 nominaciones cada una. Lo mismo ocurre con otro alcance de nombre: "Nine" y "District 9" postulan en 4 categorías cada una, igualando a "Star Trek", que compite únicamente a premios técnicos.

Como cosa aún más curiosa, la coincidencia de nombres entre el personaje de George Clooney en "Up in the air" y el autor de "Crazy Heart" nominada a Mejor Canción: Ryan Bingham. Los Oscar no dejan de sorprendernos con pequeños detalles.

Se auguran unos repartidos premios, pero creo que con pocas sorpresas en las categorías actorales: Sandra Bullock se estrenará como Mejor Actriz ("The blind side"), mientras que Jeff Bridges ("Crazy Heart") se llevará a casa el suyo -dejando a Meryl Streep con su 16ª nominación y más de 25 años sin ganar ninguno-, al igual que Cristoph Waltz ("Inglourious Basterds") y la ya mencionada Mo'Nique.

"Up in the air" seguramente volverá a casa con el Oscar al Mejor Guión Adaptado y quizás Quentin Tarantino podrá llevarse uno por sus "Malditos bastardos". Alemania podrá triunfar como Mejor Película Extranjera por "La cinta blanca" de Michael Haneke, mientras que "An education" auguro que se irá con las manos vacías a casa.

Almodóvar no consiguió nada con sus "Los abrazos rotos", al igual que España ya se había quedado fuera con la mala elección de "El baile de la victoria". Argentina y Perú se posicionan con escasas opciones en la categoría de Mejor película extranjera, pero quizás inaugurando un periodo de mayor relevancia del cine latinoamericano en Estados Unidos.

Según se acerque la fecha de la ceremonia (próximo 7 de marzo) y haya visto todas o casi todas las películas en la carrera de los Oscar, podré apostar con mayor certeza por las que creo que saldrán premiadas y que, obviamente, no siempre coinciden con mis favoritas.

Ya tenemos nominados

Películas Total Nominaciones
Avatar 9
The Hurt Locker 9
Inglourious Basterds 8
Precious 6
Up in the air 6
Up 6
Nine 4
District 9 4
Star trek 4
An Education 3
Crazy Heart 3
The Young Victoria 3
The Princess and the Frog 3
The blind side 2
A serious Man 2
Invictus 2
The Last Station 2
The Messenger 2
La Cinta Blanca 2
The Imaginarium of Doctor Parnassus 2
Sherlock Holmes 2
Fantastic Mr. Fox 2
Julie & Julia 1
A single man 1
The Lovely Bones 1
In the loop 1
Harry Potter y el príncipe mestizo
1
Coco Avant Chanel 1
Bright star 1
Il divo 1
Faubourg 36 1
Coraline 1
The secret of Kells 1
El secreto de sus ojos 1
La teta asustada 1
Un profeta 1
Ajami 1
sábado, 23 de enero de 2010

"Up in the air" (2009)

El director Jason Reitman ("Juno") nos entrega otra deliciosa película con una apariencia liviana, pero con muchas críticas o posibles lecturas. Es lo mejor de la simpleza: aparentar superficialidad, dando golpes duros donde más duele. Y eso, el hijo de Ivan Reitman ("Twins", "Evolution" y que está preparando "Ghostbusters III") lo sabe hacer perfectamente.

Cuenta la historia de un hombre que trabaja para una empresa de recursos humanos encargada del desagradable trabajo de despedir gente, por lo que su vida es un constante viaje de un punto a otro de Estados Unidos. Su rutina no es más que una muestra de sí mismo: sin ataduras, sin raíces, donde todo es efímero y pasajero. La imagen que tiene George Clooney de eterno soltero, calza perfectamente con el personaje de Ryan Bingham, por lo cual le agrega un punto de credibilidad importante a una interpretación prácticamente sin fallos, dentro de su propia linealidad.

Sus contrapartes femeninas, sin duda, se roban la cámara y gran parte de la historia: Vera Farmiga como la amante ocasional, entre maletas y aeropuertos; y Anna Kendrick, como la joven aprendiz que ve tambalear su vida ante una realidad laboral que no le acomoda nada y a la que llegó sin querer. Ambas aprenderán de Bingham, a la vez que le enseñarán importantes y duras lecciones.

Graciosa, con momentos de emotividad, "Up in the air" es uno de los estrenos más comentados del 2009 y que está dando de qué hablar en la temporada de premios, luego de colarse en importantes categorías, y de obtener numerosos reconocimientos como Guión Adaptado. Y se parece a "Juno" en que, sin grandes aspiraciones (o al menos muy ocultas), sorprende con un resultado positivo en la suma de beneficios/pérdidas y se convierte en una historia que sentimos como propia casi desde los primeros 10 minutos.

Como último bocado: me gustó mucho la banda sonora. ¡Impecable!

"Nine" (2009)

Los nombres ligados a "Nine" ya son toda una declaración de intenciones (intente leerlos sin suspirar): Judi Dench, Sophia Loren, Nicole Kidman, Marion Cotillard, Penélope Cruz, Kate Hudson, Fergie y Daniel Day-Lewis, todos bajo la dirección de Rob Marshall, el artífice de la cinematográfica adaptación de "Chicago" (2002) y con un guión en el que tomó parte Anthony Minghella, escritor y director de, por ejemplo, "El paciente inglés".

Como inevitables son las comparaciones, comenzaré diciendo que "Chicago" me pareció superior como musical, pero creo que tiene que ver más con la fuente que con la adapatación o la forma de llevarlo al cine. Por lo demás, "Nine" es un espectáculo visual de primera línea, más o menos siguiendo la espectacularidad que ya hemos conocido de la mano de Rob Marshall.

Una crisis creativa es la excusa para que Guido Contini (Day-Lewis) nos presente a las mujeres de su vida: la esposa, la amante, la madre, la puta, la amiga, la musa y la pasajera aventura. Cada una de ellas representada por alguna de las estrellas del reparto, con diferentes grados de efectividad.

Que me perdone Amélie y Audrey Tatou, pero Marion Cotillard es la estrella francesa más grande del último tiempo: cada vez más guapa, con un desbordante talento y una carrera en ascenso permanente. Penélope está muy bien como la sensual amante de Contini; Fergie tiene una breve aparición, pero su número musical es el mejor y más llamativo visualmente de todos.

Judi Dench es la amiga y se luce; Sophia, la mamma, quizás decepciona un poco, pero sigue siendo la Loren. Nicole Kidman tiene una aparición breve y poco sabrosa, mientras que la también fugaz Kate Hudson se monta el único número musical creado para el cine, pero que queda fuera de contexto, de estilo, de la historia y parece más bien un intermedio de blanco y negro radiantes.

De Daniel Day-Lewis sólo se puede decir que, como siempre, es un actor brillante. Lo mejor es disfrutar de la versión original para escuchar su inglés teñido de italiano. Lo mismo digo de Cotillard que, siendo francesa, frasea un inglés italianizado prácticamente perfecto.

No es tan grande como la venden, pero "Nine" es el resultado de un arduo trabajo y se nota en pantalla. Los números musicales y, sobre todo, la entrada al mundo de Guido Contini son magníficos, pero la historia carece de fuerza y solidez para mantenerse dos horas en pantalla sin resultar un poco reiterativa. Y no sé si fue un problema del cine o no, pero en muchas ocasiones el sonido bordeaba la estridencia. ¿Mala mezcla de sonido o un problema con la sala? No lo sé, tendría que conocer vuestras opiniones.
lunes, 18 de enero de 2010

"Celda 211" (2009)


Trepidante y entretenida son dos calificativos que me vienen a la cabeza cuando me acuerdo de la película de Daniel Monzón ("La caja Kovak"). Trepidante porque no baja su ritmo en ningún momento y entretenida porque, pese a la crudeza de muchas de sus escenas, mantiene el interés del espectador tanto en las escenas más violentas, como en los diálogos más íntimos.

El director ha sabido construir una buena historia y filmarla con una precisión que invita a ser un recluso más en la cárcel de Zamora. Llena de "realidad" y dando una gran sensación de veracidad, "Celda 211" es uno de los mejores estrenos españoles de 2009, pese a que el guión no es todo lo sólido que me gustaría y flaquea en algunos momentos.

No me gusta comparar, pero puestos a elegir entre ésta y la cinta de Trueba, me quedo con la historia de Monzón, aunque también entiendo que no es "carne de Oscar" una película tan poco correcta y que no vende nada bien el entramado carcelario, la seguridad y el país en general. Y lo que es mejor, sin salir de prisión. Porque la crítica que vemos en pantalla no es solamente a un deficiente sistema presidiario y a las malas condiciones de los reclusos, sino a una sociedad sin oportunidades, podrida en algunos sitios, donde no se puede confiar en nadie.

Con un Luis Tosar que ha construido a un "Malamadre" creible, duro, lleno de sensibilidad y mala leche, imponente como líder carcelario (con un Goya seguro bajo el brazo), el resto del reparto tiene poco que hacer. Si bien no están nada mal en lo que hacen, algunos de ellos no dan la talla en precisos y preciosos momentos, como es el caso del joven Alberto Ammann en su arenga personal hacia el final de la película. Lo siento, pero le queda muy grande.

Más emocionante que emotiva, "Celda 211" ha sido una sorpresa. Pese a la sordidez del entorno y a la rudeza de su historia, hay varias lecturas que pueden hacerse de ella y hay muchos niveles dentro del discurso de los personajes. Es una de esas películas que te dejan hablando de ellas un buen rato. Y sólo por eso, se merece un cierto respeto.

Temporada de premios II: Golden Globe Awards

Anoche fue la entrega de los Globos de Oro y me quedo con un mal gusto en la boca. "Avatar", de James Cameron, se lleva las estatuillas de Mejor Película de Drama y Mejor Director, en un mal presagio para la noche de los Oscar. Espero que la Academia se encargue de revertir el resultado, no porque la cinta del director de "Titanic" no tenga méritos (seguro que los tiene), pero no creo que llegue a tanto para llevarse las categorías principales. Por su parte, "The hangover" ("Resacón en las vegas", se llevó a casa el de Mejor Película de Comedia o Musical).

Sandra Bullock (Mejor Actriz de Drama) y Meryl Streep (Mejor Actriz de Comedia o Musical por "Julie & Julia") repiten triunfo, dejando a la primera en una buena posición para luchar por el Oscar el próximo 7 de marzo: actriz americana, querida por el público, con un leve cambio de look para la película y, probablemente, con méritos suficientes para llevárselo. Lo podré decir con mayor certeza cuando "The blind side" llegue a nuestras pantallas.

"Nine" se volvió a ir de vacío, junto a Penélope y Almodóvar, que tuvo que ceder el paso a "La cinta blanca" de Michael Haneke en el apartado de Mejor Película Extranjera, dejando en blanco a la chilena "La Nana" que tanta expectación ha provocado en su país.

Jeff Bridges ("Crazy Heart") fue premiado como Mejor Actor de Drama, dejándole también el camino libre hacia los Oscar con muchas papeletas para triunfar. Por su parte, Robert Downey Jr. triunfó en la misma categoría, pero Comedia o Musical, por el "Sherlock Holmes" de Guy Ritchie. En cuanto al secundario, se quedó en manos de Cristoph Waltz por "Inglourious Basterds", los "Malditos bastardos" de Tarantino, quien va directo a repetir premio el próximo 7 de marzo, al igual que la actriz Mo'Nique por su interpretación en "Precious".

"Up", la maravillosa cinta de Pixar, repite como Mejor Film de Animación y se lleva también la categoría de Mejor Partitura Original gracias a la música creada por Michael Giacchino.

TELEVISIÓN

En los premios para la televisión, Alec Baldwin ("30 Rock") y Toni Collette ("United States of Tara") triunfan en las categorías actorales de comedia, mientras que en drama lo hacen Michael C. Hall ("Dexter") y Julianna Margulies ("The good wife"). Pero las series que se llevan los Globos de Oro a casa son "Mad Men" en drama y "Glee" en comedia.

Por último, Kevin Bacon ("Taking chance") y Drew Barrymore ("Grey Gardens") fueron premiados por sus actuaciones en miniseries o películas para la televisión, en dos productos que todavía no llegan por tierras españolas.
sábado, 16 de enero de 2010

Temporada de premios: Critics Choice Award

Comienza ya la temporada de nominaciones y premios, con los Globos de Oro a la vuelta de la esquina y los Oscar como cierre. Por más que digamos que hay mucho cine fuera del alcance de Hollywood, cada año ponemos los ojos y apostamos por quienes serás los "más" en cada una de las categorías. Nos gusta el juego y, lo que es mejor, jugarlo.

Ayer fue la entrega de los Critics Choice Award y se siguen repitiendo los nombres que vienen sonando hace algunas semanas:

Kathryn Bigelow como Mejor Directora por "The Hurt Locker", una película sobre la invasión en Irak de la que he oído maravillas y que, dicen, roza la perfección. Habrá que verla para juzgarlo, aunque desde ya digo que las películas bélicas no son mis favoritas casi nunca.

Jeff Bridges deja atrás a los también favoritos, Colin Firth y George Clooney, en la carrera de Mejor Actor por su trabajo en "Crazy Heart", otra de las películas de las que se viene hablando hace rato en el mundillo del cine americano.

Meryl Streep ("Julie/Julia") comparte premio con Sandra Bullock ("The blind side") como Mejor Actriz. El domingo se verán las caras en los Globos de Oro, pero en distintas categorías: Streep en Comedia o Musical y Bullock en Drama.

Por su parte, el musical "Nine" vuelve con las manos vacías a casa en un mal comienzo de temporada. ¿Mejorará mañana? Penélope ni estaba considerada entre las nominadas, desplazada por la francesa Marion Cotillard, la única del estelar reparto que tenía opciones en esta premiación.

"Avatar" promete hacerse con todos los premios técnicos, porque estoy prácticamente seguro de que no entrará en las categorías principales (Película, Director, Actor, Actriz, etc.). "Up" por su parte, se lleva el premio en la categoría de Mejor Película de Animación.

Y la Academia Española se estará mordiendo las uñas de rabia: Almodóvar vuelve con premio por "Los abrazos rotos", imponiéndose a La cinta blanca" de Michael Haneke.

"Amreeka" (2009)

Pocas películas en el último tiempo habían sido capaces de mostrar con precisión lo que implica guardar tu vida en una maleta y echar a andar hacia tu nuevo destino. "Amerrika" (Amreeka, Cherien Dabis, 2009) se convierte en una compañera de viaje, a veces liviana y otras profunda, pero que sabe como hacer más llevadero el trayecto.

Filmada con sencillez, la cinta nos muestra la vida de una mujer divorciada que abandona el conflictivo territorio palestino para mudarse a Estados Unidos, acompañada de su hijo adolescente. Allí será una más en casa de su hermana (Hiam Abass, a quien hemos visto el año pasado en The visitor y Rojo Oriental) y tendrá un complicado camino para incorporarse en el nuevo país.

Prejuicios, chistes fáciles y algunos tópicos manidos, pero tan reales como la vida misma. Muna Farah (Nisreen Faour), quien tiene dos licenciaturas y mucha experiencia en el ámbito bancario, se encuentra de golpe con la realidad en EE.UU. y acaba trabajando en un local de hamburguesas, mientras su hijo hace lo posible por adaptarse a las reglas y códigos que rigen la vida de los jóvenes americanos, lo que no resulta culturalmente fácil y mucho menos en medio del conflicto iraquí, que despierta ideas xenófobas a causa del desconocimiento general sobre lo que realmente ocurre fuera de las fronteras del país.

Entrañable y con momentos de mucha ternura, "Amerrika" no es una gran película. Simplemente es una historia que, a mi parecer, no fue pulida todo lo que podía, pero que aún así es capaz de mostrar la problemática de los inmigrantes y lo difícil que es, muchas veces, abrirse paso en un país y en una cultura que te resultan ajenas. Pero, sin duda, que hacen mucha falta cintas como ésta para llegar a comprender lo que eso significa.
viernes, 15 de enero de 2010

El baile de la victoria (resumen artículo)

Hay muchas cosas que no entiendo de El baile de la victoria (Fernando Trueba, 2009), uno de los estrenos menos sonados del año en España.

El guión, muy novelesco pero poco cinematográfico, no ha conseguido una cohesión interesante de las 6 manos que trabajaron en él. El resultado no sólo es pobre, sino que carece notoriamente de un lenguaje visual, que luego es forzado por el director a costa del resultado final.

Lo primero que me llama la atención es la frialdad con la que se dibuja el Santiago actual, frialdad que es llevada a la máxima expresión con un fenómeno climático prácticamente ajeno a la capital chilena: la nieve. Y esta baja temperatura recorre gran parte del metraje, pues nunca acabamos por identificarnos del todo con los personajes. Sabemos poco de ellos y, la verdad, es que tampoco nos interesa conocerlos. Lo segundo que me resulta molesto es la utilización del recurso político como mera excusa para despertar simpatías y despertar una conciencia social.

Creo que es difícil decir que Trueba carece de talento y de arte para la dirección, pero en esta película no ha sabido demostrar las razones de sus éxitos anteriores. Peca de una pretendida profundidad, de sensiblería (que no de sensibilidad) y a ratos parece tan ambiciosa su necesidad de emocionar, que deja al espectador rebosante de indiferencia.

Pero no todo es un problema del trabajo cinematográfico –entendido como el ejercicio de dirigir– sino de un guión que se pierde en un onirismo mundano, simple y, a ratos, completamente chabacano. Además, la superposición de historias, las tramas laterales y otros giros estilísticos propios de la literatura sobran por completo y no consiguen más que hacer aún mayor su fracaso artístico.

domingo, 10 de enero de 2010

"El baile de la victoria" (2009)

No me voy a explayar respecto de la película de Fernando Trueba porque ya he escrito un artículo para publicarlo en VO. Sólo diré que es una de las peores que he visto este último año. Nada más que agregar, de momento. Siento la brevedad, pero es así.
viernes, 8 de enero de 2010

"No es tan fácil" (2009)

La directora Nancy Meyers, de quien no sabíamos nada desde "The Holiday" (2006) con Cameron Díaz, Jude Law, Kate Winslet y Jack Black, vuelve a la pantalla con "It's complicated" o con otra vuelta de tuerca a lo que podríamos llamar la comedia romántica adulta, que trabajó con tanto éxito de la mano de Diane Keaton y Jack Nickolson en la genial "Cuando menos te lo esperas" (mal título para "Something's gotta give", 2003).

Es necesario volver a su película de 2003 para entender las razones de esta nueva cinta. Meyers consiguió un espectacular reparto, una enorme recaudación -más de 266 millones de dólares- y hasta nominaciones a premios para sus actores con un género menospreciado por naturaleza (la comedia romántica), y más aún cuando está protagonizado por adultos "muy adultos". Pero la fórmula resultó bien y había que repetir.

En esta ocasión nos encontramos con Meryl Streep, bien aunque sin sus mejores galas; Alec Baldwin y Steve Martin, dos rivales de lujo para tan pretendida divorciada. La cinta funciona, es graciosa a ratos, con un par de hilarantes momentos, es simple y provoca empatía. No obstante, carece de la chispa que hizo de "Cuando menos te lo esperas" ("Alguien tiene que ceder" en Chile) un soplo de aire fresco en el mundo de las historias de amor y risas.

El dúo masculino no está mal: Baldwin aprovecha las tablas que le ha dado su éxito en "30 Rock" y Steve Martin, en un rol muy comedido, deja de lado la exageración a la que le han acostumbrado en "La pantera rosa" para convertirse en un soltero de oro. El resto del reparto, sobre todo los hijos fílmicos de Streep, son absolutamente prescindibles.

No quiero menospreciarla ni decir que ha sido una mala experiencia. No, la verdad es que se deja ver sin problemas, pero pasa rápido, sin mayores glorias y, al menos a mí, me deja ese inevitable gusto a que, indudablemente, podría haber sido mucho mejor.

Sólo tengo una pregunta final: ¿por qué Rita Wilson, la mujer de Tom Hanks, no hace más comedia? Me parece que tiene mucho más potencial del que se está reconociendo. La recuerdo bien en un capítulo de la serie "Mad about you" como una ocupada ejecutiva de televisión: ¡hilarante!