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viernes, 20 de febrero de 2009

"Slumdog Millionaire" (2008)

Aplausos espontáneos. Eso generó el pase de "Slumdog Millionaire" en el cine. Últimamente prefiero no ser tan tajante con los comentarios, pero creo que me merezco el beneficio de ser el dueño del blog: me ha parecido magnífica y espero para ella mucho más de lo que se le está dando.

La última cinta de Danny Boyle, el mismo de la genial "Shallow Grave" y "Trainspotting", es un ejercicio de cine como no he visto en ninguna de las otras candidatas. Va mucho más allá de la cursilería de "El curioso caso de Benjamin Button", del drama de "The reader", del folleto de "Milk" y del duelo histórico de "Frost/Nixon". Y no se queda corta: drama, romance, tensión, acción, denuncia, religión, historia, mucha imaginación y un guión que funciona como un perfecto engranaje.

De más está decir que el montaje y la estructura de la película, me han parecido un excelente trabajo cinematográfico, siendo capaz de pasar del videoclip a la contemplación en cuestión de segundos. La imaginería y el olor a Bollywood de muchas escenas, le otorgan un colorido capaz de contrastar de forma acertada con la oscuridad de las mafias, la pobreza extrema, el dolor y la traición. Se nota que Boyle ha conseguido un gran nivel como director y que sabe como llevar adelante -y de buena forma- un guión muy logrado.

Con un reparto que ha sabido ocupar su lugar de buena forma, sin destacar excesivamente en interpretaciones, pero acertados en general, la historia nos lleva a la versión india de "¿Quién quiere ser millonario?", donde conocemos a Jamal, un "perro de chabola" -a lo que alude
slumdog en el título y que ha sido criticado por algunos sectores- que participa por el premio mayor de 20 millones de rupias. Desde el mismo plató televisivo, nos arrastran a la historia del protagonista y a un largo camino de felicidad, dolor, desamor y supervivencia.

No quiero desgranar más la trama y dejar muchas cosas para la sorpresa, tal como me encontraba yo hace unas pocas horas. Es una película para disfrutar con vista y oído, para emocionarse, para lograr unas sonrisas, rozar la ternura y entender el dolor ajeno. De momento, uno de los mejores estrenos del último año y, espero que sea la gran ganadora de la noche de los Oscar, dejando en el mayor ridículo a la gran favorita.

"Frost/Nixon" (2008)

El que sea una película de Ron Howard, siempre despierta suspicacias entre mucha gente, por su tendencia al melodráma épico o al exceso de almíbar en sus realizaciones. No obstante, "Frost/Nixon" se convierte en un ejercicio bipolar, en un campo de batalla reducido a una pantalla de televisión, pero engrandecido en su paso a la gran pantalla.

La historia nos traslada a la década de los 70 del siglo pasado, cuando el entonces Presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon, se ve obligado a renunciar a su cargo tras el escándalo Watergate, que ya hemos visto representado en varias y distintas películas. Ésta, en particular, aborda lo que vino a continuación de la crisis política: un Nixon encerrado en sí mismo, confiado en su poder y con sed de más; pero, al mismo tiempo, a un hombre debilitado, inseguro y temeroso del futuro.

Frente a Nixon, encontramos a una estrella, a un rostro televisivo que también busca fama, fortuna y poder. No se le considera un gran cerebro ni menos un profesional, pero arremete con una propuesta a la que es imposible negarse: una larga y profunda entrevista con el ex mandatario, repartidas en cuatro sesiones. David Frost no era, ni mucho menos, el rival más débil, aunque su apariencia así lo demostrase.

Así comienza un duelo de caballeros en apariencia, pero de bestias en el fondo. Cada uno quiere lograr su objetivo a cualquier precio: el uno, redimirse; y el otro, subir en su profesión. Ambos, a la vez, quieren recuperar la estrella que los ha abandonado en Estados Unidos. Si bien la inexperiencia de Frost -que pondrá nerviosos a los periodistas y entrevistadores- le permiten a Nixon dominar gran parte de la grabación de las sesiones de preguntas, será el espíritu de supervivencia el que le permitirá asestar un golpe maestro a Nixon y debilitar a una figura engrandecida.

El reparto, liderado por un Frank Langella magnífico en su papel de Nixon, y por Michael Sheen (el Tony Blair de "The Queen"), está acompañado por unos secundarios muy interesantes: Rebeca Hall ("Vicky Cristina Barcelona"), Tobey Jones ("Infamous", donde hizo de Truman Capote), Sam Rockwell ("Confesiones de una mente peligrosa"), Oliver Platt y Kevin Bacon.

La moraleja de esta película es que jamás se debe infravalorar al enemigo y creerse la propia superioridad. Es la historia de David y Goliat llevada a la televisión y con la política de fondo. Un ejercicio de cine muy correcto, preciso y contado de una forma dinámica que no da pie a largos planos ni a forzadas revisitaciones de una entrevista que pasó a la historia.
martes, 17 de febrero de 2009

"El curioso caso de Benjamin Button" (2008)

Ocurre que en numerosas ocasiones hay cosas que no me puedo explicar. Una de ellas es esta película y las 13 nominaciones al Oscar que la reconocen como una de las mejores, si tomamos a las doradas estatuillas como medida de algo más que las estrategias de publicidad y la presión de los grandes estudios.

No hace mucho, mantuve una suerte de intercambio de ideas con dos personas bastante más ligadas que yo al mundo del cine sobre la labor de David Fincher como director, antes de ver este film. La verdad, es que me siento traicionado. Parece que no he ido a ver una cinta dirigida por la misma persona de "Seven" o "El club de la lucha". ¿La razón? Pues porque carece de gancho, de atractivo y, en muchas escenas, de talento (aunque en otras, contadas con una mano, hay un trabajo de fotografía magnífico).

Tampoco entiendo el supuestamente magnífico trabajo de Brad Pitt como actor, ya que con maquillaje o sin él, no hay un ápice de diferencia en lo que está debajo de la labor de los especialistas de todo tipo. Pero ya sé que -y lo dije en una crítica anterior- a la Academia le encantan los actores que se disfrazan y se afean.

Aún menos, me explico qué pasa con Cate Blanchett, que aparece en la película aunque en muchas escenas parece no estar, no entregarse ni al personaje ni a la historia. Pese a ello, siempre es un lujo verla en pantalla, más aún cuando está acompañada por la volátil Julia Ormond, que a ver si de una vez elige bien los papeles y se deja de pasear su brillo por malas producciones.

Y, por sobre todas las cosas, jamás me explicaré el extenso metraje y el agotador "medio tiempo", en el que se dan demasiadas vueltas para rellenar la historia del hombre que va al revés de los demás en lo que al tiempo se refiere. Hasta puedo postular que como cortometraje hubiese sido magnífico, pero como largo... se queda corto.

Podría llegar a comprender la nominación de Taraji P. Henson, la madre adoptiva de Benjamin Button, pero tampoco es que me haya llenado por completo. Creo que con igual o con menos tiempo en pantalla, sus colegas de "Doubt", tienen mucho más que decir. Y no voy a mencionar a Penélope en este apartado, porque las comparaciones son odiosas.

No podría decir si ha sido un melodrama romántico, un romance con aventuras, un drama directamente o un ensayo excesivamente largo sobre una historia breve. Creo que, en ese sentido, es indescifrable y un gran misterio, además que dependerá de cada persona lo que pueda rescatar de esta película. Sólo puedo decir que ha sido una gran decepción, una fuerte caída de Fincher como director y más de un par de horas de aburrimiento.
domingo, 15 de febrero de 2009

"Doubt" (2008)


Enfrentarse a una película como "Doubt" (La Duda) no es tarea fácil, porque su temática despierta de forma inmediata una incomodidad que prácticamente a nadie le gusta: la puesta en tela de juicio a la labor de un sacerdote y la suposición del abuso a menores de edad. Por ambos lados, ya resulta provocativa. Pero no se queda ahí, porque agrega a una madre que hace todo por proteger a su hijo, a una religiosa con poderosos principios y a un niño bastante especial.

Su origen es un texto teatral que se estrenó con importante éxito en el off-Broadway y eso se nota claramente en la cinta. La falta de lenguaje cinematográfico, salvo en contadas escenas, es una de las debilidades más poderosas del film, que no sabe aprovechar la magia del cine para llevar la historia a un lugar superior y sacar mayor partido de los elementos con los que cuenta, que no son pocos. Ejemplo de ello, son las interpretaciones de Meryl Streep, Philip Seymour Hoffman, Amy Adams y Viola Davis, que la salvan de un desastre mayor y le permiten calar mucho más hondo de lo esperado.

Escrita por John Patrick Shanley, y llevada por el mismo a la gran pantalla, "Doubt" pierde fuerza en su paso al cine, probablemente por la inexperiencia del director en estas lides (en su historial sólo encontramos "Joe contra el volcán"). Tal como mencionaba, el ejercicio de convertir en material de celuloide el texto, ha pasado a un segundo plano, seguramente con la finalidad de mantener los intensos diálogos y el enfrentamiento entre esas dos fuerzas de la naturaleza que son Streep y Seymour Hoffman. Precisamente es en esos momentos cuando podemos olvidar los deslices y errores del realizador, pero no tenemos tan mala memoria como para dejarlos de lado.

En cuanto a la trama, se pueden hacer muchas lecturas o interpretaciones, avalado por el juego de la duda al que alude el título. Es más, nunca podemos estar seguros de si la verdad la tiene uno u otro, porque una de las maravillas del guión original es dejar abiertas todas las posibilidades, con un final aplastante y muy humano: tras la victoria y la disminución de la adrenalina del éxito, se abre el abismo del cansancio y la propia debilidad. La trama, entonces, se puede entender como un choque de principios, una confrontación abierta del bien y el mal (sin saber quién juega en cada lado) o una lucha de poderes en un territorio determinado.

Sea como sea, la cinta no desluce como un todo. ¿Podría haber sido mejor? Seguro que sí, pero no podemos perder de vista que asistimos a un duelo interpretativo tan poderoso como las motivaciones de los personajes y que descubrimos como gran público a una Viola Davis -vista en "Lejos del cielo" y en varias series de televisión- en estado de gracia que, con apenas unos 5 minutos en pantalla, ha sido capaz de acaparar el aplauso de la crítica y demostrarnos que una madre es capaz de cualquier cosa cuando se trata de sus hijos.